Jugar a las casitas de muñecas es, curiosamente, uno de los juegos que los niños realizan sin que nadie se lo enseñe. A los niños les encanta representar situaciones cotidianas jugando. La casita es un juego de imitación y para jugar les basta imitar a los adultos que tengan más próximos, como papá y mamá. Además, tiene muchos beneficios para ellos. Este juego de roles hace que los niños exploren y desarrollen el diálogo, todo lo cual les ayuda a desarrollar habilidades sociales, emocionales e intelectuales. De hecho, según los expertos en el desarrollo infantil, este tipo de juegos les ayuda a adquirir confianza y sentido de sí mismos, y también es un componente clave para su aprendizaje.
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