Disfraces
Un gran ejercicio de conocimiento personal y del entorno es jugar a ponerse en la piel del otro. Niñas y niños no necesitan demasiado para "meterse en el papel": una varita, un sombrero, unas telas.... y la imaginación se desborda, construyendo paisajes a su alrededor e inventando historias en primera persona. Teatro de improvisación al más puro estilo. A niñas y niños (y para qué negarlo, a los mayores también) les encanta sentirse por un rato superhéroes, príncipes, doctoras, brujos, reinas o dinosaurios, disfrutar de la transformación y ver el mundo desde otro punto de vista. Un pequeño baúl con algunos disfraces, un espejo y mucha imaginación: la receta para crecer emocionalmente y pasárselo bomba durante horas y horas.